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Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo." (Mateo 28:19) El bautismo cristiano es una ordenanza establecida por el Señor Jesucristo para todos los creyentes. Por lo tanto, siendo un mandato divino, no es una "opción" personal.
En el original griego significa: sumergir o hundir. Un estudio del uso de esta palabra en la literatura griega a lo largo de un período de 2000 años permite comprobar que siempre conservó su significado básico sin cambios. Es decir que cada vez que se usa la palabra bautismo invariablemente tiene relación con una acción de inmersión. (colocar algo dentro del agua, sumergiéndolo completamente).
Considerando el concepto anterior, el bautismo debe ser efectuado por inmersión. Sólo de ese modo se ajusta al modelo bíblico establecido desde la iglesia primitiva. Este aspecto será comprendido mejor cuando consideremos más adelante la figura simbólica del bautismo.
Como vimos antes, el bautismo requiere la inmersión completa del creyente en el agua. Esto es así porque el bautismo es una figura simbólica de la identificación espiritual del creyente con la muerte, sepultura y resurrección del Señor Jesucristo. El bautismo en agua es una demostración visual del bautismo en Cristo (ya efectuado en el momento de la conversión). Exhibe al creyente siendo sumergido en las aguas de la muerte (en la persona del Señor Jesús) , y presenta al nuevo hombre en Cristo, levantándose para andar en novedad de vida. Al ser sumergido bajo el agua el creyente da testimonio de que todo lo que era como pecaminoso hijo de Adán fue llevado a la muerte en la cruz. Al salir del agua está manifestando que "ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí, y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gálatas 2:20).
En Hechos 2 encontramos que los que fueron bautizados "perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones."
Ambas fueron ordenadas por el Señor y se refieren a prácticas de significado simbólico en conmemoración o recuerdo de acontecimientos históricos de gran importancia. OTRAS OBSERVACIONES:Referente al agua: El bautismo se realiza en cualquier lugar donde pueda disponerse de suficiente agua, ya sea un río, el mar o una pileta. El agua, aparte de su composición natural, no posee virtud alguna. No adquiere para el bautismo propiedades espirituales ni milagrosas. Por lo tanto, es y seguirá siendo simplemente agua, y no se la debe considerar como "agua bendita" en el sentido que le otorgan algunas religiones. Referente a los que intervienen: El bautismo es un acto público, y se realiza por la previa confesión de fe del hermano bautizado y bajo su responsabilidad. El bautismo puede ser administrado por cualquier creyente en comunión caracterizado para tal fin. Ni a través del bautismo, ni por ningún otro medio, los hombres pueden comunicar energía espiritual o facultades extraordinarias. De manera que el valor del bautismo no está dado por los dones o el renombre del que bautiza. "¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? (1ª Cor. 1:13). LA PARTICIPACIÓN EN LA CENA DEL SEÑOR: EL PROPÓSITO DEL BAUTISMO: 1) Obedecer el mandato del Señor: El bautismo no otorga la salvación, pero cada creyente recibe la aprobación del Señor cuando le obedece en su mandato, con el gozo resultante. 2) Dar testimonio de la identificación del creyente con Cristo, según lo examinado anteriormente. 3) Dar testimonio de la identificación del creyente con la Iglesia. La identificación con Cristo es al mismo tiempo la identificación con su cuerpo, la Iglesia. La muerte y resurrección con Cristo no sólo se refieren a la unión personal con Cristo, sino también a la unidad con su cuerpo, compuesto por muchos miembros. "Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo..." (1ª Cor. 12:12/13) 4) Ser reconocido como miembro de una iglesia local, en función de lo anterior. En Hechos 2:41/42 leemos textualmente: "Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones." Luego de convertirse a Cristo, los creyentes fueron bautizados y se añadieron a la iglesia local para "perseverar" en todas las actividades de la misma, incluyendo la participación en la Cena del Señor. ¿QUIÉNES DEBEN SER BAUTIZADOS?: Todos los creyentes, y sólo los creyentes. "Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados" (Hechos 2:41) "Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua: ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó" (Hechos 8:36/38) "Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi cada, y posad. Y nos obligó a quedarnos." (Hechos 16:14/15) "Y Crispo, principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios , oyendo, creían y eran bautizados" (Hechos 18:8) |
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